La depresión y la ansiedad se encuentran entre las 10 enfermedades más incapacitantes. En México los trastornos mentales afectan a entre 15 y 18% de la población en general, donde “1 de cada 5 trabajadores" sufre depresión.
Actualmente algunas empresas han perdido el rumbo al dejar de considerar a la persona como lo más importante en la organización, se han olvidado de sus valores y ahora sus roles son difusos, sus procesos no son claros y sus resultados cada vez más alejados de la realidad.
Favorecer solamente los resultados económicos puede ser un sin sentido que pone en riesgo la salud integral del personal en general, generando líderes y ambientes tóxicos y estresantes que enferman y ponen en riesgo la salud de sus trabajadores.
El Burnout, el insomnio la depresión, la ansiedad, el suicidio o la muerte súbita son solo algunos ejemplos que se están presentando aparte de la afectación de las familias al tener menos tiempo para la comunicación, convivencia, intimidad y esparcimiento, generando severos daños a la salud y en sus vidas en general.
Las empresas que tienen claros sus valores antes que sus procesos, generan líderes conscientes y comprometidos, promotores de acciones y conductas que mejoran el ambiente y las relaciones con los trabajadores, favoreciendo su calidad de vida y bienestar. Esto permite garantizar los resultados del negocio y una mejor salud organizacional.